Una siesta más en el derrotero lector del Plan, era lo que esperábamos. Sin embargo, esta estación de Lectura en el edificio que antaño fuera el del Colegio Nacional fue emotiva, simpática y estimulante.
La siesta nos llevó a la 18 entre 5 y 3. El moderno edificio reciclado del Crecer con Todos invitados por Ethel, docente de la institución pero sobretodo una de nuestras lectoras voluntarias.
Una sala enorme, prolijamente pintada y ventilada nos esperaba para el acostumbrado inicio de las escenas lectoras. Chicos de todas las edades y docentes acompañando poblaban las sillas. Y esperaban expectantes el inicio de nuestra presentación.
Acordamos lecturas ágiles, poemas breves y sonoros porque pensamos que podrían distraerse rápidamente. La lectura hizo su labor de encantamiento y fue mágico. Se sumaron a las lecturas, dijeron piropos y descubrieron rimas.
En el mes de la inclusión el Plan de Lectura leyó en una institución incluyente y revivió lo que ocurre siempre encender el encanto lector despierta múltiples sensaciones, todas muy placenteras.
